Ilustración de Esther Fernández

Fue sin querer, es caprichoso el azar... que me ha regalado palabras y otras cosas, aunque no fue él quien me trajo hasta aquí.

Ando descalza siempre que puedo. Me gusta rodearme de colores. Leo, leo, leo. A veces, intento escribir. Me gustan el olor del mar y del pan recién hecho. Sentir el calor del sol en el rostro. Dejar pasar las horas en la terraza de un café. A menudo me descubro soltando frases desconcertantes. Colecciono ángeles y creo en las brujas. Hace años fui una india morena y triste. También fui una dama de agua. Me han escrito poemas. He dejado atrás muchas ciudades. Paso demasiado tiempo en aeropuertos. He querido dos o tres veces, sólo he amado una. Amo ahora, con toda el alma, de aquí al cielo, para siempre. He contemplado a su lado una puesta de sol sobre el Tajo, en Lisboa. Prometí que nunca volvería a Lisboa si no era con él. Y lo cumplí. Adoro la tarta de queso y el pastel de zanahorias. Sueño con una azotea, en verano, una cena de pan, queso y vino tinto, amigos y risas alrededor de la mesa...
Vivo bajo la lluvia y como chocolate.